El nombre de "cardo" se utiliza comúnmente para designar a numerosas especies de plantas espinosas, especialmente de la familia de las Compuestas.
Lo que vulgarmente se conoce como la "flor" del cardo es, en realidad, un conjunto de numerosas flores individuales (inflorescencia) rodeadas por un anillo de brácteas con aspecto de cáliz, que recibe el nombre de capítulo.

Hacia comienzos del verano las flores de los verdaderos cardos se transforman en frutos llamados vilanos que contienen una semilla y están provistos de un dispositivo que facilita su dispersión por el viento. Estas estructuras se conocen popularmente como "panaderos" y son muy frecuentes en otras plantas de esta familia.

Pese a ser elementos muy conspicuos del paisaje regional, los cardos de la zona no son plantas indígenas, sino introducidas desde otros continentes, que se han adaptado a las condiciones del nuevo ambiente hasta hacerse invasoras molestas. Algunas especies de cardos, especialmente las que pertenecen al género Centaurea, reciben el nombre de "abrepuños".

NOTA: El nombre de "cardo" también se aplica a algunas especies tales como Salsola kali, el "cardo ruso", abundante en suelos arenosos, o Dipsacus sativus, el "cardo de cardar", ambas introducidas, que pertenecen a familias no relacionada con los verdaderos cardos.
Las siguientes especies de cardos son comunes en el área:

"abrepuño amarillo" (Centaurea solstitialis)
"abrepuño blanco" (Centaurea diffusa)
"abrepuño morado" (Centaurea calcitrapa)
"cardo asnal o cardo mariano" (Silybum marianum)
"cardo chico" (Carduus tenuiflorus)
"cardo común o cardo nutante" (Carduus thoermeri)
"cardo de Castilla" (Cynara cardunculus)
"cardo negro" (Cirsium vulgare)
"cardo pampa" (Onopordon acanthium)